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La Ironía en Tiempos del Covid-19… vista con ojos de cinéfilo

GiulianaP

“Me gustaría compartir una revelación que he tenido durante mi tiempo aquí. Se me ocurrió cuando traté de clasificar su especie y me di cuenta de que en realidad no son mamíferos. Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un equilibrio natural con el entorno, pero ustedes los humanos, no. Se mueven a un área y se multiplican y multiplican hasta que consumen todos los recursos naturales, y la única forma que pueden sobrevivir es extendiéndose a otra área, haciendo exactamente lo mismo. Hay otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón. ¿Sabes lo que es? Un virus…”


- The Matrix (The Wachowskis, 1999)

Y de repente las producciones Hollywoodenses que nos entretenían y llevaban a escenarios inconcebibles, donde nuestra imaginación volaba con innovadores efectos especiales y mundos alternos, se volvieron la realidad que hoy vivimos o bien, lo que pareciera ser un plan orquestado por el mismo Bane (The Dark Knight Rises / Christopher Nolan, 2012).

Marzo del año 2020 – momento en el que las grandes metrópolis del mundo respiran el lúgubre terror de la ciudad desolada en 28 Days Later (Danny Boyle, 2002)… cuando Steven Soderbergh parece haber tenido una bola de cristal en el 2011 al hacer Contagion y cuando los entornos apocalípticos de Roland Emmerich ya no se ven tan extremos y se sienten posiblemente tangibles.

Crecí yendo al cine obsesivamente y encontrando en aquellas salas mi escape a universos y espacios donde la creatividad se volvía magia y una película se convertía en una intrigante ventana a otras formas de vida. Hoy, tristemente, todas esas salas cierran sus puertas (muchas para siempre) ante una realidad que la humanidad siempre considero ciencia ficción y ante un enemigo invisible que ha rendido al mundo de rodillas. Hoy peleamos una guerra muy diferente a la que vivimos en Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979), Dunkirk (Christopher Nolan, 2017) o The Thin Red Line (Terrence Malick, 1998). La valentía y vocación de los soldados demostrada en 1917 (Sam Mendes, 2020) y Saving Private Ryan (Steven Spielberg, 1998) es encarnada en el personal y profesionales de salud que actualmente dan su todo atendiendo pacientes con el COVID-19 alrededor del mundo. Hoy, libertades q tomábamos como garantías se ven limitadas y restringidas mientras tratamos de imaginar lo que será el mundo post COVID, donde todo está por cambiar en formas que jamás imaginamos: ir al supermercado se convierte en un extracto de The Hunger Games (Gary Ross, 2012), pasear al perro es como protagonizar I Am Legend (Francis Lawrence, 2007) y la soledad de un aislamiento obligatorio seria resuelta por la misma tecnología que culpamos por nuestro aislamiento voluntario, como en Her (Spike Jonze, 2013) . De repente, la ultraviolencia de Alex (A Clockwork Orange / Stanley Kubrick, 1971) y la transformación de Arthur Fleck (Joker / Todd Phillips, 2019) cobran un poco más de sentido para los originalmente escépticos en cuanto a la credibilidad de estos personajes. Preocupados pensamos- si la cuarentena de la familia Torrance tuvo un fatídico desenlace en un hotel como el Overlook (The Shining / Stanley Kubrick, 1980), como será la nuestra en espacios confinados ¿??

La avaricia y especulación materializadas en Wall Street (Oliver Stone, 1987) y The Big Short (Adam Mckay, 2015) hoy se ven completamente retadas y aplazadas ante una economía al borde del colapso. El atractivo de un costoso traje entero con pinta de corredor de bolsa e ingenio andante pierde su sentido en tiempos de teletrabajo en pijamas. Trabajos pobremente remunerados y colaboradores de cuello azul se convierten en protagonistas indispensables al mantener nuestras ciudades e infraestructura limpias, nuestros hogares protegidos y nuestra sociedad vigilada – pasan de ser una clase socioeconómica tradicionalmente inadvertida a un segmento imprescindible para el funcionamiento social del surrealismo que hoy experimentamos. Los animales gozan de una libertad e inmunidad que el ser humano no tiene en la actualidad y se convierten en seres con ventajas de supervivencia mas avanzadas que las nuestras. Llegamos a comprender la crueldad del encierro y la desdicha de una jaula, esperando que la penuria humana de Planet of the Apes (Franklin J. Schaffner, 1968 & Tim Burton, 2001) se mantenga en solo las fantasías de Pierre Boulle (autor).

Abro mi reflexión con una cita de The Matrix en la que el comportamiento del ser humano se compara con el de un virus. Vivimos hoy la ironía de que estamos en un incansable duelo con un virus que nos está ganando múltiples batallas y que, cáusticamente, se ha convertido en la cura temporal a nuestro comportamiento viralmente destructivo con el planeta. Se habla del Covid-19 como un agente de cambio en un momento oportuno y en el que el planeta y la humanidad lo necesitaban, de una y muchas maneras. No es sin grandes sacrificios que los grandes cambios suceden – a veces es hasta que se toca el fondo apocalíptico que aparenta ser el final de la historia, que realmente se ve un faro de esperanza y se define un nuevo comienzo (Children of Men / Alfonso Cuaron, 2006). Mi anhelo en lo que aparenta la larga y ardua lucha que nos espera, como la de Dylan Thomas en su poema Do Not Go Gentle Into That Good Night (ver pie de página), es que la humanidad sea casualmente dirigida por el Christopher Nolan de Interstellar (Christopher Nolan, 2014), donde todo esfuerzo y nuestra propia resistencia se basa en una premisa fundamental - “El amor no es algo que inventamos. Es observable. Poderoso. Tiene que significar algo. Tal vez significa algo más, algo que aún no podemos entender. Tal vez sea una evidencia, algún artefacto de una dimensión superior que no podemos percibir conscientemente. El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y el espacio…”


Cierro mi reflexión con el mismo cierre de War of the Worlds (Steven Spielberg, 2005), donde con todo el sentido de ironía que este articulo pretende, es el virus (microscópico organismo que hoy nos desafía) quien nos termina salvando en un futuro… tal vez no tan lejano:

“Porque así había sucedido, como de hecho yo y muchos hombres podríamos haber previsto si el terror y el desastre no hubieran cegado nuestras mentes. Estos gérmenes de enfermedades han afectado a la humanidad desde el comienzo de todo, pasando la factura a nuestros ancestros pre-humanos desde que la vida comenzó. Pero en virtud de esta selección natural de nuestro tipo, hemos desarrollado un poder de resistencia: ante ningún germen sucumbimos sin luchar… Pero no hay bacterias en Marte y llegaron estos invasores del espacio… bebieron y se alimentaron directamente de nuestra tierra mientras que nuestros aliados microscópicos comenzaron a trabajar para derrocarlos. Ya cuando los vi, nuestros invasores estaban irrevocablemente condenados, muriendo y pudriéndose incluso cuando iban y venían. Era inevitable. Con un billón de muertes, el hombre compró su derecho de nacimiento en la tierra, y es suyo contra todos los que vienen y seguiría siendo suyo incluso si los marcianos fueran diez veces más poderosos que él. Porque el hombre ni vive ni muere en vano.”

- War of the Worlds (H.G. Wells)

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Do not go gentle into that good night

- Dylan Thomas

Do not go gentle into that good night

Old age should burn and rave at close of day

Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right

Because their words had forked no lightning they

Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright

Their frail deeds might have danced in a green bay,

Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight

And learn, too late, they grieved it on its way,

Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight

Blind eyes could blaze like meteors and be gay,

Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,

Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.

Do not go gentle into that good night.

Rage, rage against the dying of the light.

- Interstellar

 
 
 

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